El amor, tanto en la ansiedad dolorosa como en el deseo feliz, es la exigencia de un todo. Únicamente nace y subsiste si queda una parte por conquistar. Solo se ama lo que no se posee por entero.
El arte verdadero sólo tiene que lanzar proclamas y llevarse a cabo en el silencio.
El terrible engaño del amor consiste en que empieza haciéndonos jugar, no con una mujer del mundo exterior, sino con una muñeca interior a nuestro cerebro.
Entre dos amantes, la prueba de que uno ama demasiado dispensa para siempre, a quien la recibe, de amar lo suficiente.
Es fácil ser humorista cuando tienes a todo el gobierno trabajando para ti.
Los celos no son corrientemente más que una inquieta tiranía aplicada a los asuntos del amor.
Los recuerdos comunes son a veces los más pacíficos.
No había anormales cuando la homosexualidad era la norma.
No hago bromas. Apenas miro el gobierno y divulgo los hechos.
No hay melancolía sin memoria ni memoria sin melancolía.
Para el beso, la nariz y los ojos están tan mal colocados como mal hechos los labios.