El hombre que teme o desdeña entrar en un sitio oscuro podrá ser una excelente persona, capaz de cien cosas, pero nunca será un perfecto viajero sentimental.
El trabajo, la tristeza, el dolor, la enfermedad, la indigencia y el llanto son la salsa de la vida.
Es más, estoy firmemente convencido de que un hombre que no sienta cierto afecto por la totalidad del otro sexo es incapaz de amar a una sola de sus componentes como es debido.
La ciencia se puede aprender de memoria; la sabiduría, no.
La muerte abre la cancela de la fama y cierra tras de sí la de la envidia; suelta las cadenas del cautivo y pone en otras manos las tareas del esclavo.
La naturaleza humana es siempre igual en todas las profesiones.
Lo que se llama perseverancia en una buena causa, se dice obstinación en una mala.
Los franceses son leales, galantes, generosos, ingeniosos y de buen carácter... Si algún defecto tienen, es el de ser demasiado serios.
Mi viaje es en realidad un viaje del corazón en busca de emociones.
Muéstrame un hombre que, sabiendo lo que es la vida, tema la muerte -y yo te mostraré un prisionero que teme la libertad.
¡Qué bien argumentamos sobre los hechos erróneos!