El que no sabe por qué camino llegará al mar, debe buscar el río por compañero.
En mar calmado todos somos capitanes.
En mil libras de ley no hay una onza de amor.
La belleza es poder, la sonrisa es su espada.
La buena conciencia sirve de almohada.
La miseria ama la compañía.
Las enfermedades son los intereses que se pagan por lo placeres.
Las palabras gratas refrescan más que el agua fría.
No se inventa y se perfecciona nada al mismo tiempo.
Si los deseos fueran caballos, los mendigos sabrían montar.
Ver es creer, pero sentir es estar seguro.